¿Es el terror un juego de los sentidos?
Como cada mañana, ahí estaba yo, con los cascos puestos y más que lista para comenzar la audiodescripción de Longlegs, una película de terror accesible y recién estrenada en Movistar+.
Tras el habitual cosquilleo en el estómago, que siento antes de visualizar un nuevo trabajo, le di al play. Cinco minutos de reproducción fueron suficientes para hacerme saltar de la silla y arrancarme los auriculares de un tirón. Entonces, me dije a mí misma: «Osgood Perkins, lo has conseguido: me muero de miedo. No sé si voy a poder escribir este guion».
El escalofrío recorriéndome la espalda me hizo reflexionar sobre los diferentes elementos que nos provocan ese miedo tan visceral:
- ¿Es el audio?
- ¿Es el volumen?
- ¿Qué papel juega realmente la imagen?
- ¿O es la combinación de todos los elementos?
Lo vi claro: para las personas normovidentes, el conjunto de estos tres factores —sonido, volumen y representación gráfica— es lo que nos pone los pelos de punta.
La detective del terror
Entonces, decidí hacer algo que suelo hacer cuando me hago preguntas y que cambiaría por completo mi enfoque del proyecto: preguntar a mis amigos con discapacidad visual cómo disfrutan más de las películas de miedo.
«¿Prefieres una audiodescripción que dé detalles sobre lo que está ocurriendo en todo momento, o prefieres que el guion deje más silencios de tensión?».
Las respuestas fueron polarizadas. Las personas con ceguera total me dijeron que preferían saber qué pasaba en cada instante. Para ellas, los silencios prolongados generaban incertidumbre, pero no del tipo que provoca miedo, sino del que te hace sentir que te estás perdiendo parte de la historia.
Por otro lado, las personas con baja visión se inclinaron más por silencios estratégicos y pequeñas intervenciones que les dieran pistas sobre la dirección de la trama sin romper la tensión.
Después de analizar sus respuestas, ya tenía claro cómo enfocar la audiodescripción de Longlegs, una película a la que muchos han descrito como la mejor película de terror del 2024.
Respiré hondo, aflojé los músculos y me recompuse.
Estaba lista para enfrentarme al terror
Pero ahora lo veía con otros ojos. Sabía que Longlegs había sido creada para aterrorizar a través de imágenes, sonidos y silencios estratégicos, así que mi misión consistía en respetarlos por encima de todo. Mi reto era traducir el miedo en palabras sin despojarlo de su esencia ni hacerlo menos impactante.
Porque el terror es un género diseñado para golpear los sentidos, ese fue el verdadero desafío: hacer que el terror se sintiera con la misma intensidad para quienes experimentan el cine a través del sonido.
Para lograrlo, debía seguir tres reglas esenciales. Tres principios que me ayudarían a convertir cada escalofrío visual en una experiencia inmersiva para todos los espectadores, independientemente de su capacidad visual.
Tres reglas para trasladar el miedo a nuestra audiencia
Jugar con el silencio sin desconectar al espectador
Paqui, que tiene ceguera total, me explicó su experiencia:
«Los silencios prolongados me hacen pensar que me estoy perdiendo algo. Para no anticipar información, me gustan las explicaciones muy breves y rápidas».
En cambio, Estrella, que tiene baja visión, me comentó:
«Creo que de vez en cuando sí que prefiero algún silencio».
La clave estaba en encontrar un equilibrio. Por ejemplo, en una escena de Longlegs, la agente Harker y su compañero registran un enorme granero de madera. Los dos caminan en silencio y van iluminando las paredes en silencio. No hay música y tan solo se escuchan los pasos sobre la madera.
Decidí que la mejor forma de audiodescribir este momento era con una narración breve, dejando el espacio necesario para que el sonido ambiente hiciera su trabajo.
Trasladar los ángulos de cámara y perspectivas
En Longlegs, la cámara juega un papel fundamental para generar miedo: se acerca muy despacio o se aleja creando tensión, enfoca desde ángulos inusuales, como el interior de un coche, lo alto de una escalera o un cuarto oscuro. Son perspectivas que rompen la calma… y decidí que quería trasladarlo con precisión en mi guion de audiodescripción.
No me bastaba decir lo que ocurría, sino que quería de dejar claro desde dónde lo estamos viendo.
En lugar de decir:
«Harker sube una escalera en penumbra, iluminada por una tenue luz cálida».
Es más efectivo narrarlo desde la perspectiva del espectador:
«Perspectiva desde lo alto de la escalera en penumbra, iluminada por una tenue luz cálida. Harker sube los peldaños con cautela».
De esta forma, la audiencia invidente experimenta la misma sensación de descubrimiento que el espectador vidente.
Respetar el sonido como parte de la narración
Si hay algo que hace que Longlegs sea una experiencia aterradora, es su diseño sonoro. Y este es un puntazo a nuestro favor. En esta película, el sonido ambiental no es solo un complemento, es el alma del terror.
Lena, que tiene visión reducida, me explicó su preferencia sobre el sonido en audiodescripción:
«Yo prefiero más audiodescripción, aunque con algún rato de música y efectos de sonido si es posible».
Por eso, en mi audiodescripción, intenté no tapar nunca estos efectos de los cuales se puede deducir una acción:
- pasos sobre la nieve
- gritos
- sonidos de motores
- el crujir de la madera
- las hojas de un libro al pasar
- el chirrido de una puerta
- el estruendo de una bala
En Longlegs, el miedo no solo entra por los ojos, sino también por los oídos.
Con la audiodescripción como complemento, conseguí que esa sensación de peligro latente se sintiera con la misma intensidad.
El terror no solo se ve: se siente
Audiodescribir Longlegs ha sido un desafío emocionante. Ha reafirmado mi convicción de que el terror no solo es un juego de imágenes, sino una experiencia multisensorial.
Si el cine de terror está diseñado para hacer que los espectadores sientan miedo en la piel, la audiodescripción tiene que ser capaz de transmitir esa misma sensación a través de las palabras porque todos los espectadores merecen vivir el terror en igualdad de condiciones.
¿Tienes una película de terror «a medias» esperando su audiodescripción? ¿O quizás estás planificando tu próximo proyecto y quieres asegurarte de que sea accesible desde el principio?
Ponte en contacto conmigo aquí.
Juntos podemos hacer que tu película haga temblar… incluso en la oscuridad.