Rompe la cuarta pared: traducción, audiodescripción
y subtítulos para que tu película hable todos los idiomas
Transformo cada toma en una experiencia universal y accesible para que todas las audiencias sientan cada escena en su piel, en su corazón y en su mente.
Una decisión errónea puede hacer que todo tu esfuerzo acabe en la basura y pierdas
a un porcentaje de tu audiencia
No estoy hablando de viajes para enmarcar la historia en los escenarios adecuados, días interminables de rodaje y la repetición infinita de cada toma hasta alcanzar la perfección, sino de algo más sencillo: de hacer tu obra accesible.
Justo eso que te ha traído hasta aquí.
¿De qué sirve la perfección
si no llega a todos?
Lo vi claro cuando, por un capricho de la vida, tuve la oportunidad de experimentar en primera persona las dificultades a las que se enfrentan tanto actores como directores, durante un rodaje.
Fueron diez horas de pura dedicación. Los actores repetían una escena de acción una y otra vez, para ajustar al milímetro cada uno de sus movimientos. El resultado en pantalla sería sin duda impecable. Pero, ¿merece la pena esa inversión colosal de recursos si una parte de tu audiencia se pierde lo que está ocurriendo?
Te lo propongo con un ejemplo práctico. Cierra los ojos por un momento. Imagina la batalla final de Juego de Tronos e intenta adivinar qué es lo que ocurre durante tediosos minutos de ruido ambiental, gemidos y golpes. ¿Tiene sentido invertir tantos recursos en efectos especiales y de sonido si no hay forma de que eso llegue a seis millones de espectadores?
Esta cifra equivale a toda la población de Noruega.
La accesibilidad es la gran pasarela
por la que el arte llega a todas estas personas.
¿No es eso lo que todo cineasta quiere? Esa es precisamente mi misión. No son meras palabras o descripciones. Con mis guiones de audiodescripción, consigo que cada escena sea visible para los ojos de quienes no pueden ver. Y con subtítulos adaptados, llevo tus diálogos y los efectos de sonido a quienes no pueden oírlos.
Escríbeme hoy y derribemos juntos la cuarta pared
que separa tu obra de las personas con discapacidad.
Podemos conseguir que cada segundo que dedicaste a tu obra valga la pena de verdad. Porque los espectadores lo merecen, tú puedes ser quien marque la diferencia en el sector audiovisual.
Tu película merece ser inclusiva para poder ser vivida por todos.